domingo, 16 de octubre de 2011

Alza tus alas... Y vuela


¿Realmente vale la pena?
Suelo hacerme esta pregunta en tantas ocasiones. Son tantos los momentos del día que me hacen plantearme lo absurdo de las situaciones. Palpar el silencio de los minutos, irrumpido solamente por el tic-tac del reloj de mi muñeca...
Somos un pequeño grano de arena. Un minúsculo punto en el firmamento. Para el universo apenas tenemos color, ni siquiera constituímos un movimiento a tener en cuenta. ¿Quién se preocuparía de una diminuta célula anclada en lo más profundo de tu mejilla? Ni siquiera su destrucción sería percibida.
Y mientras tanto, nosotros, creyéndonos reyes, nos detenemos en estupideces, nos sumergirmos en disputas luchando por destacar.
Pero, ¿destacar en dónde? ¿Dentro de esa minúscula célula del universo, en una pequeña porción de su interior?
Si en vez de contratiempos observando a los demás, nos esforzáramos en aquello que puede darnos la felicidad... Saber saborear esos momentos, que, únicos e irrepetibles, son los únicos que realmente, pueden llenar y dar sentido a nuestra existencia.

Alza tus alas y vuela, el mundo ahí fuera te está esperando.